2- Personalidad de los miembros de un grupo: BAJISTAS

Nos encontramos ante uno de los mas interesantes casos de músicos frustrados: el bajista de la estepa. Lo realmente lamentable en este tipo de músicos es el proceso que les ha llevado a tocar este instrumento. Esta claro que nadie en su sano juicio elegiría tocar el bajo por propia voluntad. Es un simple ejercicio de eliminación, es decir: ¿quién es el mas matao en la banda? Pues ese se hará cargo del bajo.
Daros cuenta de que su única función es la de intentar seguir al bombo como pueda, el instrumento rítmico mas sencillo de la batería, y por consiguiente, del mundo. Por lo que su aportación rítmica es nula. Por otro lado es un instrumento básicamente monofónico, es decir, tocan las notas de una en una (gracias a Dios). Todo esto nos lleva a la conclusión de que estamos ante un músico sin ningún tipo de peso especifico en el grupo, que necesita muy poca inteligencia para gestionar esas notas que han de fluir de una en una y siguiendo ese ritmo tan sencillo. De todas formas da igual que lo haga bien o mal, ya que nadie se fijara en ellos .
Se dan pues dos casos insólitos a la vez: carencia de ritmo y de conocimientos en general. Arrastrados pues por una desidia clara, acaban convirtiéndose en un elemento clave en la aparición del termino “ gamba ”. Una de las frases mas comunes de un bajista en el local de ensayo es: “ vah, esto ya me sale, es fácil....”, y otra tb muy usada tras las gambas de un concierto es: “es que no me oía bien...”.
Como en el caso de la sincopa, la gamba llevada a su máxima expresión se denomina “ anchoa ”. La practica nos dice que una anchoa continuada puede llegar a llamarse, y de hecho es correcto: “free jazz ”, incluso hay oyentes que han desarrollado la capacidad de disfrutar de algo tan aterrador y abominable.

Una anécdota muy conocida es la carrera de 100 metros lisos que hicieron un bajista y un batería. Parece ser que ninguno de los dos llego a la meta. El batería se perdió, y el bajista lo dejo porque “ ya le salía....” Esta claro el hecho de que la pista de atletismo no es un lugar del agrado de ninguno de los dos, puesto que esas líneas rectas y blancas les recuerda a una partitura, y claro...

Os presento pues a mi bajista:

: " Gambito "
Como habréis observado, el nombre hace una clara alusión al celebre super héroe de los x-men. Se caracteriza por ser un “estirao”, es decir, un poco chulo (que bajista no lo es?), al margen de la clara alusión a las famosas gambas.

Con nulos conocimientos técnicos, semejantes a los del batería, cuenta con la ventaja de ser consciente de esta carencia, y la virtud de no importarle. De hecho le encanta delegar. Sirva de ejemplo el bajista que en la prueba de sonido es recriminado por su técnico de PA. El técnico le hace una observación: tienes el bajo muuuuy desafinado, revísalo. El bajista le responde: chaval, a mi me lo afinaron cuando lo compre... y no voy a ser yo el listo que se meta a mover clavijas y fastidiarlo todo...
Obsérvese otra actitud insólita del bajista de la estepa. Debido quizás a la gran dependencia y afinidad que tiene con los baterías, el tampoco leerá jamás un libro de instrucciones, a pesar de que en este caso si le hace falta (y mucha), teniendo en cuenta que el mecanismo de un ampli de bajo es extremadamente sencillo. Tampoco es mi intención meterle presion,( tranquilo, entiendo perfectamente tus carencias...)

Lo que nunca será capaz de entender es el porque si el tan solo utiliza dos cuerdas de su instrumento, resulta que lleva cuatro. Fue mitico el dia de colapso general de bajistas cuando salieron al mercado los bajos con cinco cuerdas. Tranquilos, ninguno de ellos sabe que existen los de seis, pues tan solo saben contar hasta cinco...

A pesar de todo esto, he de reconocer que un poco mas de sentido común que los baterías si tienen, eso si, no te preocupes si cuando te habla un bajista te sorprendes pensando en otra cosa... es un proceso totalmente natural.

Experimento: Vale, esto quizás no debería decíroslo, pero es una experiencia necesaria para comprender en su plenitud la manera de obrar de un bajista. Eso si, hacedlo tan solo una vez, y unicamente si sois personas muy equilibradas y de buena salud mental. El experimento consiste en colgarse un bajo de verdad durante unos segundos. Al instante comenzareis a notar como una nebulosa atenaza vuestro cerebro. Poco después tendréis una dificultad extrema para hablar y razonar cualquier cosa, ese es el punto de no retorno. A partir de hay ¡¡debéis quitaros el bajo!!, si os entran unas ganas irresistibles de hacer slap estáis en verdadero peligro... Lo tremendo seria que os entrara una risa tonta y se os quedara esta cara:

Otra curiosidad es la creencia tan extendida entre ellos, de que tan solo existen dos notas musicales: el Mi y el La. Según me contó uno en cierta ocasión, las demás notas que da con su bajo, son las famosas “notas alteradas”, o "notas negras", en clara alusion a los teclistas, otra temible especie (las llaman asi porque las pasan negras para tocarlas, ya que han de pisar los trastes).

Para amenizar el estudio os contare la historia del niño que quería ser bajista:

El padre le obligo a ir a clases a cambio de comprarle un ampli y un bajo. Todos los días después de clase el padre le tomaba la lección para comprobar sus progresos (por cierto, su madre estaba muy disgustada pues después de que su primer hijo se hiciera batería, este fue un duro golpe).
El primer día después de clase el hijo le mostró la nota Mi, que era lo que habia aprendido.
El segundo día le enseño la nota La.
Al tercer día llego a casa a las 5 de la mañana, pues le habían llamado para un bolo...

Consejos prácticos y curiosidades:

-Cuando se queje en la mezcla de lo poco que se oye su bajo podemos recurrir a varias artimañas, si bien hay dos especialmente indicadas: decir que eso es un problema del mastering y los graves, y en el mastering decir que era un problema de mezcla, que hubiera avisado entonces... la segunda opción es darle a un botón inservible de la mesa de mezclas y decirle:- ¿mejor así?- el con toda probabilidad asienta con el dedo pulgar hacia arriba diciendo :-¿ves como ahora suena mejor?- (también suele funcionar subir el master de la mesa o volumen general de escucha)
-Siempre que las guitarras hagan una escala o figura rápida, el querrá hacerla también a pesar de gambearla por todos los lados. Advertidos estáis de que, a pesar de haber hecho multitud de estudios sobre el caso, a este problema no se le ha encontrado solución posible, puesto que a pesar de que la banda al completo se lo haga ver, y aunque el asienta y se muestre receptivo, el día del bolo la hara y gambeara.
-Haced todo lo posible para evitar que aprenda tanto slap como taping, eso seria horrible. (releed el punto anterior y hacedlo extensivo a este)
-Tened en cuenta que estamos ante el músico mas ocioso de la banda. No será nada extraño que divague y desvaríe sobre temas fantasiosos tanto musicales (giras mundiales y cosas parecidas) como extramusicales. Es muy común en un ensayo entre canción y canción oírle la frase :-¿visteis ayer en la tele cuando...?- Lo mas normal es que acto seguido el batería asienta y se forje así la temida conversación batería vs bajista.
-Importante: debéis aprender a no hacerle caso. Este punto en realidad es muy sencillo seguirlo, puesto que es lo que te pide el cuerpo.
-No extrañe que se pase los ensayos mirando a los dedos y trastes de los guitarristas, Es un proceso natural en esta especie. (los guitarristas sabemos por que lo hacen...)
-Nunca conseguiréis que reconozca haber cometido una gamba. En ultima instancia utilizara la frase ya mencionada: -es que no me oía bien...-
-Por favor, decidle que toque algo mas original en la prueba de sonido...

Pues después de todos estos datos acerca de los bajistas, deciros que nada de esto tiene importancia, pues luego en las mezclas no se oye nada el bajo y en directo da igual si falla o si no, pues nadie se fijará en el... Y recuerda, si uno te cuenta una historia aprovecha para pensar tranquilamente en otra cosa... si no se te ocurre nada entonces suele funcionar el dejar de mirarle durante unos segundos. Cuando le vuelvas a mirar te darás cuenta de que ya enganchó a otro para seguir contándole la historia. Por cierto, si se la esta contando al batería deberías seguir escuchando, pues podrás llegar a oír conversaciones insólitas. (pero cuidado, no les mires a los ojos).